20/06/2019
La vesícula biliar es uno de los siete órganos no vitales -junto con el bazo, los riñones, el colon, el estómago, el apéndice y los órganos reproductores masculino y femenino- que es posible extirpar y después llevar una vida relativamente normal. ¿Qué síntomas hacen pensar que hay problemas en este órgano que está debajo del hígado y se encarga de producir la bilis que produce la ingestión del alimento y ayuda a su digestión?
“Lo habitual es que haya episodios de dolor abdominal en epigastrio, la mayoría de las veces intensos y de comienzo brusco, asociados en muchas ocasiones a náuseas y vómitos. También pueden aparecer síntomas derivados de cualquier complicación de la colelitiasis, ictericia, dolor abdominal y fiebre en el caso de la colangitis”, explica a CFMaría Delgado, jefa del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Infanta Elena (Valdemoro, Madrid).
La operación de extracción de vesícula, también conocida como colecistectomía, se realiza con anestesia general y, en la mayoría de las ocasiones, mediante laparoscopia. En este procedimiento quirúrgico se emplea una cámara de vídeo pequeña y herramientas especiales que se introducen -a través de cuatro incisiones- en el interior del abdomen para ver su interior y realizar con éxito la extirpación. Así es posible evitar una gran incisión y así acelerar el proceso de recuperación.
El cuerpo tarda, aproximadamente, entre cuatro y cinco semanas en adaptarse a la ausencia de vesícula. Durante este tiempo, los especialistas en Aparato Digestivo recomiendan que el paciente realice una dieta pobre en grasas. Después, y si no existen complicaciones, lo habitual es indicar la reintroducción paulatina de una dieta normal. “La vesícula tiene, fundamentalmente, un papel de almacenaje, y el organismo se habitúa, en la mayoría de las ocasiones, a su ausencia.
Por lo general, los pcientes colecistectomizados pueden hacer una vida normal”, concluye Delgado.
Si la vesícula biliar está enferma, los nutricionistas recomiendan reducir o evitar el consumo de productos grasos, así como de comidas especialmente copiosas o grasientas. “Esto se debe a que este órgano responderá de peor manera y no será capaz de hacer correctamente la digestión de las grasas”, aseguran a CF Belén Gutiérrez y Paula Labeira, nutricionistas del Hospital de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid.
El cuerpo tarda, aproximadamente, entre cuatro y cinco semanas en adaptarse a la ausencia de vesícula
Tras la extirpación de la vesícula biliar o colecistectomía, el paciente deberá seguir una alimentación saludable y equilibrada, como es la dieta mediterránea, y vigilar el aporte de grasa. “Podrá tomar leche y derivados, cereales, legumbres, carnes magras y pescados blancos, huevos, frutas y verduras y aceite de oliva virgen extra en cantidades pequeñas y bien repartidas”, explica Labeira. Aconseja evitar, sobre todo, “los fritos de origen animal y optar por una grasa más saludable, como el aceite de oliva virgen extra”. Sus recomendaciones, además, incluyen evitar el consumo de productos procesados, “ya que, tienen un elevado contenido en azúcares simples y también se suelen acompañar de un gran contenido en grasa”, explica.